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| | TRANSTORNOS DE ANSIEDAD- | |
| | Autor | Mensaje |
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GLADYS
Cantidad de envíos : 5 Fecha de inscripción : 10/03/2011
| Tema: TRANSTORNOS DE ANSIEDAD- Vie Mar 11, 2011 4:59 pm | |
| [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]TRANSTORNOS DE ANSIEDADLos trastornos de ansiedad son los más concurridos dentro de la patología psicologica del ser humano.
En las salas de urgencias de Psiquiatría de cualquier hospital general suele observarse a diario cuando surge la crisis.
El episodio de crisis de pánico es quizás el más paralizante para la persona que lo vive porque el poder de los pensamientos en esos momentos es tan grande que la sensación de la persona es "ser atrapada por sí misma". La reacción: la huida del propio yo; algo realmente imposible.
Pero vamos a intentar ordenar el tema para vuestra comprensión, empezando por la definición de trastornos de ansiedad.
La ansiedad es aquella emoción que sentimos cuando creemos vernos amenazados por algo o alguien. Es una respuesta innata en el ser humano que de niño le preserva de muchos peligros y es normal que se experimente en determinadas situaciones.
Cuando la ansiedad surge sin que haya ningún estímulo temerario que justifique su presencia, entonces es una respuesta innecesaria que debe tratarse como trastorno psicológico.
Según la clasificación psiquiátrica de las diferentes enfermedades mentales, DSM IV, los trastornos de ansiedad se clasifican en:
Trastorno de angustia sin agorafobia
Trastorno de angustia con agorafobia
Agorafobia sin historia de trastorno de angustia
Fobia específica
Fobia social
Trastorno obsesivo-compulsivo
Trastorno por estrés post-traumático
Trastorno por estrés agudo
Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno de ansiedad debido a…
Trastorno de ansiedad no especificado.
Pero como el objetivo de este artículo no es académico, hablaremos puramente de las crisis de pánico y las obsesiones.
Las denominadas crisis de pánico son episodios desbordantes de ansiedad en los que la persona deja de actuar paralizada por el miedo.
No hay estímulo aparente que lo justifique, al menos en la realidad, porque ella cree que puede desvanecerse, sufrir un infarto o cualquier otra situación de pérdida de control.
Los pensamientos se suceden rápidamente invadiendo todo criterio lógico y racional.
A partir de aquel momento ya nada es lo que parece y la duda inunda todo raciocinio.
El sujeto sufridor de pánico teme cualquier acción y ningún lugar es seguro porque es su pensamiento el que le desborda, le descontrola.
Los pensamientos que se suceden para desequilibrarlo siguen unos mismos esquemas:
Parecen taquigrafiados
Son repetitivos
Son específicos
Contienen palabras clave
Son irracionales, a pesar de lo cual casi siempre son creídos
Suelen ser difíciles de detener o desviar.
Dramatizan utilizando términos del tipo: "debería de", "y sí…"
Se viven como espontáneos.
La persona escucha atentamente esos mensajes que se envía a sí misma, se los cree y asume el descontrol y el miedo que la paralizan queriendo escapar a toda costa de sí misma, es decir de sus pensamientos.
Los pensamientos automáticos al ser creídos se asientan con más fuerza en la persona formando parte de su cotidianeidad.
Este hecho reduce la socialización en la persona que los sufre, quien limita salidas y contactos por el temor de que se vuelva a producir la crisis.
Empieza por evitar aquellos lugares en los que sintió que le invadían esos pensamientos automáticos y poco a poco, con la generalización de sus ataques, se convierte en alguien incapaz de salir de su propia casa.
La solución a esta conducta tan limitativa está en trabajar los pensamientos que provocan esa desagradable emoción.
Para ello contamos con diferentes técnicas dentro de la psicología cognitivo-conductual como la detención del pensamiento, la detección previa de esos pensamientos, la confrontación de esos con la realidad, etc.…
La consecuencia que se pretende con ese intento de confrontar los pensamientos distorsionados con lo racional es para que uno mismo se crea lo absurdo del pensamiento paralizante y así eliminarlos del lenguaje interior. encontrado en la red.....
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| | | GLADYS
Cantidad de envíos : 5 Fecha de inscripción : 10/03/2011
| Tema: Re: TRANSTORNOS DE ANSIEDAD- Vie Mar 11, 2011 5:10 pm | |
| [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Técnicas para bajar el nivel general de ansiedadHábitos de sueño y alimentación
El sobre esfuerzo que entraña una vida desordenada tiene un peso por sí mismo como factor estresante en el resultado global de una ansiedad excesiva.
No pocas personas se han acostumbrado a una alimentación caótica y unos horarios de sueño demasiado ajustados o irregulares. Mientras su lozanía y fuerzas sobradas lo permiten, perece al principio no tener consecuencias negativas (por cierto, es el mismo argumento que lleva a empezar a fumar, porque parece, en los primeros años, que el hábito no presenta ningún daño o molestia de las que se quejan los fumadores veteranos). Pero al pasar el tiempo la vida desordenada nos pasa factura por los excesos cometidos o simplemente nuestro cuerpo claudica y se derrumba al verse impedido de proseguir el ritmo desenfrenado y caótico de nuestra vida. Regular el sueño, de forma que sea suficiente y que el cuerpo encuentre un alivio y ahorro de energías al poderse adaptar a una rutina sistemática, puede ayudar a disminuir la tensión. Los biorritmos se ajustarán como un guante a unos horarios razonables. Una alimentación variada y frugal favorece el control de muchos síntomas gástricos que acompañan al estado de ansiedad (diarreas, estreñimiento, gases, molestias estomacales, etc). Muchas personas detectan su grado de angustia por las sensaciones que les produce en el estómago, otras por las sensaciones de mareo por la mañana: a unas y otras no les conviene complicarse con una alimentación inadecuada.
Un grado elevado de ansiedad influye para que el momento de conciliar el sueño sea más dificultoso porque aparecen en la mente ráfagas de pensamientos que nos desvelan o bien nos dedicamos en el momento que nos tocaría descansar a torturarnos con pesados exámenes de conciencia y arduos preparativos para el día siguiente. El resultado es que robamos tiempo al sueño porque nuestro estado es demasiado frágil como para soportar estas provocaciones. Sería aconsejable que mientras no podamos recuperar la capacidad de dormirnos rápido nos ayudemos a nosotros mismos eligiendo un momento distinto para las reflexiones y la planificación del día la dejemos para la mañana siguiente. A cambio nos relajaremos pensando cosas agradables o leyendo un artículo de esos que inducen a dormirse. Si estamos más de 15 removiéndonos entre las sábanas sin poder dormir, en vez de hacernos mala sangre, es preferible levantarse y seguir leyendo el pesado artículo o viendo un programa aburrido de televisión hasta que notemos que los párpados nos pesan y entonces volvamos a la cama.
La persona ansiosa puede torturarse con facilidad por el hecho de que si le cuesta dormirse tendrá dificultades para estar despejada al día siguiente y se atormenta ante la idea de que se aproxima la hora del despertar. Es mejor en esta circunstancia considerar que si uno tiene que dormir unas pocas horas es mejor aceptarlo que no por culpa de empeñarse, protestar o quejarse dormir todavía menos. Ni su estado el día siguiente será tan lamentable ni cabe pensar -a no ser que se obsesione con que el proceso se repita fatídicamente- que en los días posteriores su propio organismo luchará por recuperarse. La misma anticipación o temor de que igual no podemos dormir bien puede causar que durmamos mal (del mismo modo que el temor a que nos asalte un navajero en un callejón oscuro produce que no paseemos tranquilos por ese lugar). Hay que recordar dormirse es algo pasivo, no algo que hagamos poniendo mucho esfuerzo de voluntad y que provoquemos con el látigo de la frase ``¡tengo que dormir!, por consiguiente el método para conseguir que venga el sueño, sin que se asuste viendo el panorama de cómo lo esperamos, es no hacer nada, ni siquiera pensar en ello, simplemente viviendo bien el día (para que el desasosiego no nos pida consuelos de última hora), y acabar bien la noche con actividades neutras (ni demasiado emocionantes ni demasiado desagradables). de la red........ | |
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