Viéndola caminar por cualquier calle de Los Ángeles nadie diría que Kim Basinger, la que fuera mito sexual en la década de los 80 y 90, cumple 60 años. Llegó al mundo del espectáculo por casualidad
Hay mujeres que parecen estar programadas para ser bellas siempre, independientemente de su edad. Eso es lo que le pasa a Kim Basinger, uno de los símbolos sexuales más deseados de las últimas décadas en Hollywood. Aunque muchos no lo crean, esa belleza eterna que ha conquistado al público de varias generacionescumple 60 años. Nacida en Georgia (Estados Unidos) el 8 de diciembre, en el seno de una familia con grandes inquietudes artísticas, fue una niña extremadamante tímida. De hecho, llegó a sufrir agorafobia.
Su adolescencia y practicar ballet, la profesión de su madre, le ayudó a superar esta fobia. Su belleza fue in crescendo y pronto comenzó a participar en varios concursos de belleza. Con tan solo 16 años había ganado el título de 'Miss Georgia Junior' y participó en la final nacional de 'Miss Belleza Junior'. Estos reconocimientos le ayudaron a dar el salto al mundo de la moda. A los 18 años se trasladó a vivir a Nueva York, donde comenzó a hacer sus primeros pinitos en el mundo de la moda en la agencia Ford. Fue imagen de marcas como Revlon, Maybelline e hizo de maniquí para firmas de alta costura. La cámara le quería pero ella enseguida empezó a sentir mayor curiosidad por la interpretación que por las sesiones de fotos. Primero probó suerte en la pequeña pantalla y participó en algunos capítulos de 'Los ángeles de Charlie'.
Estudió interpretación y debutó en el cine con la película 'Hard Country', en 1981. Fue chica Bond junto a Sean Connery en Nunca digas nunca jamás y también protagonizó 'El mejor' con Robert Reford.
Sin embargo, fue su aparición en la película 'Nueve semanas y media' (1986) junto a Micky Rourke lo que la convirtió en un auténtico sex symbol a finales de los ochenta y principios de los noventa. Algunas escenas de striptease y de sexo desenfrenado con Rourke quedan aún en la memoria de muchos.
Su vida personal no fue tampoco un camino de rosas, aunque amó y fue amada. Kim ha estado casada dos veces, la primera en 1980 con el maquillador Ron Britton, de quien se divorció nueve años después.
Su segundo marido, Alec Baldwin, fue su gran amor aunque su matrimonio terminara como el rosario de la aurora. Se dieron el sí quiero en 1993 tras coincidir en la película 'Ella siempre dice sí', en 1991, una película en la que Baldwin se divorciaban tres veces y se casaban cuatro.
Salvo su momento con L.A Confidential, cuando ganó el Oscar como mejor actriz secundaria en 1997, la actriz intentó mantenerse alejada de la prensa. De hecho, abandona su mansión de Los Angeles en contadas ocasiones y su última aparición en una película fue para 'Siempre a mi lado', donde la que fuera uno de los grandes mitos de la época daba vida a la madre del protagonista, Zac Efron.
Pese a su discreción y sus contadas salidas, salta al a vista lo bien que se conserva, algo que no puden decir algunas de sus coetáneas. Las malas lenguas dicen que en su momento abusó de la silicona, aunque muchos atribuyen su eterna juventud a su excepcional genética.
Como a muchas divas de Hollywood, como Sharon Stone y Jodie Foster, el paso del tiempo en sus rostros es evidente aunque en su caso y debido a su estructura ósea, hacen que sus arrugas y sus pequeños defectos resulten siendo tan bellos como seguir cumpliendo años siendo una de las más deseadas tres décadas después. Casi nada...