Anayola Admin
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| Tema: Cuando llega el adiós Jue Sep 17, 2009 6:23 pm | |
| [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Cuántas veces la mujer se queda sumida en el dolor de haber perdido a un gran amor y cuántas veces se ha preguntado en las noches llenas de soledad qué fue lo que sucedió y en qué falló la relación, sin detenerse un instante a reflexionar si pudo haber sido culpa de su pareja al esperar demasiado a ella, o si acaso no supo valorarla pese a que ella le daba todo de sí misma, incluso más que de lo que el daba a cambio o merecía…
A veces creemos encontrar al hombre perfecto, de quien nos enamoramos perdidamente, a quien le entregamos nuestros instantes, nuestros sentimientos puro y verdaderos, se nos van los días y las noches demostrándoles cuán grande es este amor que sentimos, a veces con nuestras caricias, nuestros pequeños detalles que le dicen a cada momento un te quiero, sin recibir a cambio más que una sonrisa, más que un pequeño “gracias” y nos quedamos satisfechas con esos simples gestos, sin saber que lo idóneo sería recibir de la misma manera un pequeño roce al rostro, un beso, decirle que de igual manera la ama… Pero no, solamente se concreta a vivir en ese mundo idealizado, dando todo sin recibir más que pequeños trozos de amor, sabemos que hay que dar sin esperar a recibir a cambio nada, pero eso siento que no se aplica al amor de pareja, porque el amor se debe alimentar a cada instante, hacerlo florecer en forma constante pero en ambas partes. Y cuando de un momento a otro llega ese temido adiós, te sumerges en un mar de incertidumbre, tu autoestima llega a los suelos, piensas el porqué de la ruptura sabiendo cuánto le has demostrado ese amor. Cuando llega ese momento, hay que desahogar nuestros sentimientos de dolor, llorar si sientes deseos de hacerlo, gritar, deshacerte de todo lo que te recuerde esa persona a quien amaste y dejarlo volar libre, dejar fluir ese llanto hasta que los ojos se te queden secos, como catarsis para liberar el dolor sentido y pasar a esa etapa de silencio, en donde tus pensamientos van aflorando lentamente, en donde te sientas a meditar y analizas cuánto diste en esa relación y cuánto recibiste a cambio, valorar cada uno de tus detalles y con ello darte cuenta en dónde estuvo el fallo, el entregarse demasiado o quizás te darás cuenta que no era la persona indicada para ti… decidir tu futuro ya sin él, guiar tus pasos hacia ese sendero que te llevará a no sentir más dolor, salir con tus amigos, consentirte un poco más de lo que lo haces, retomar esa vida que tenías antes de conocerle y valorarte mucho… mucho, decir “soy una gran mujer”, saberte triunfadora y fuerte, saberte capaz de salir adelante en los momentos más difíciles de tu vida, pensar que en un mañana la vida te dará la oportunidad de nuevamente amar y con ello el saber elegir bien a la persona que llegue a tí, para no volver a cometer el mismo error vivido. Tú, desde el momento en que naciste mujer, te rodeaste de una bella aura, fuerte y valiente, emprendedora y sobre todo llena de entereza para solventar las tempestades y malos momentos vividos, siendo positiva ante la vida y valorándote inmensamente. Que tu autoestima surja desde tu interior y abras los ojos y digas “soy fuerte”, “valgo mucho”, “porque soy mujer, tan sólo por eso”. La vida muchas veces nos pone en encrucijadas que debemos y tenemos que afrontar y decidir sobre nosotras mismas y tenemos la capacidad suficiente para salir adelante solas y aunque el dolor y el sufrimiento nos dejen llenas de melancolía, sabemos con certeza que brincaremos esa etapa y volveremos a sonreír… porque la mujer no es el sexo débil, la mujer es mucho más fuerte de lo que los hombres puedan imaginar. | |
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